El Pole Dance no es un deporte peligroso, a pesar de lo intimidante que pueda resultar en un inicio. La probabilidad de sufrir lesión moderada o grave es muy baja y los problemas físicos más habituales al practicar Pole Dance consisten en meras molestias.
Además, hay que tener en cuenta que al comenzar el aprendizaje del Pole Dance, se empieza por aprender ejercicios sencillos de poca dificultad y no será hasta más adelante que se aprendan movimientos más complejos, de tal forma que en todo momento hay una correlación total entre el nivel de habilidad y la exigencia en la dificultad de los ejercicios, motivo por el cual es difícil que se produzcan graves caídas o golpes.
Dicho esto, si vas a iniciarte desde cero en el Pole Dance, debes saber que al principio, hasta que tu cuerpo se acostumbre y hasta que vayas dominando la técnica, vas a tener algún que otro moratón, en alguna zona la piel rojita y, además, si antes no hacías mucho deporte, vas a tener algunas agujetas los primeros días, pero eso es todo. No vas a tener quemaduras de piel, ni vas a sufrir caídas de 3 metros de altura en las que te vayas a romper la clavícula, ni mucho menos.
Como mucho, al sufrir alguna caída con algún movimiento complejo al ir probando nuevos ejercicios te puedas caer y hacer un mal gesto que te vaya a suponer tener molestias durante un par de días, pero nada más.
¿Cómo reducir el poco peligro que tiene el Pole Dance?
Para practicar Pole Dance con total seguridad y sin correr ningún riesgo de lesión, es recomendable practicar ejercicios consolidados e ir aumentando su dificultad progresivamente de acuerdo con nuestro nivel de aprendizaje. Además, se recomienda hacer uso de colchoneta y, opcionalmente, de protectores para las figuras y los movimientos de mayor dificultad hasta ser capaces de dominarlos a la perfección.
Tal y como hemos dicho anteriormente, el Pole Dance no es nada peligroso, el riesgo de sufrir algún daño es muy pequeño y en caso de producirse, las consecuencias serían probablemente muy leves.
Aún así, a pesar que de por sí haya muy poco peligro de sufrir algún daño, es posible practicar el Pole Dance con total seguridad, ya que este pequeño riesgo lo puedes eliminar fácilmente con la simple adquisición de una colchoneta especial para barras de Pole Dance, de tal forma que si en casa quieres practicar nuevos movimientos o técnicas que aún no dominas, la puedes utilizar por seguridad de manera muy fácil. Como puedes ver en este enlace, estas colchonetas de seguridad de Pole Dance son muy económicas y además, son fáciles de montar y desmontar.
En caso de que practiques Pole Dance en algún centro especializado, con toda seguridad contarán con este tipo de colchonetas o con algún otro tipo de elemento amortiguador que en caso de caída, evitará cualquier tipo de lesión grave.
Además, también puedes hacer uso de protectores corporales, entre los cuales destacan las rodilleras. Es muy importante que al comprar tus rodilleras para practicar Pole Dance, elijas unas como estas, que dejan la piel tras la rodilla al descubierto para que pueda contactar con la barra y no pierdas agarre.
No es imprescindible adquirir protectores de Pole Dance si no se tiene alguna molestia previa, a excepción de las rodilleras, que sí son recomendables de comprar y de utilizar, sobre todo en rutinas de suelo para no cargar las rodillas en exceso.
En conclusión, sin lugar a dudas hay decenas de deportes mucho más peligrosos donde las lesiones están a la orden del día. Por el contrario, este no es el caso del Pole Dance, donde las lesiones son poco probables y si se producen, son de relativa poca importancia. Si te interesa saber más acerca de las lesiones más comunes de Pole Dance, su cura y su prevención, no lo dudes y lee este artículo de nuestra web que trata sobre el tema con todo detalle.